Descenso

Consiste en navegar y descender sobre balsas inflables las corrientes rápidas, sorteando las rocas del camino y evitando en todo momento la caída al agua. Es por ello que se practica en grupo.

Existen diferentes dificultades para descender un río, por lo que se clasifican en grados de numerados de uno a cinco:

Grado uno:
son aguas planas, que pueden ser disfrutadas en familia.

Grado dos:
la profundidad no supera los 25 centímetros e incluye remolinos pequeños.

Grado tres:
es una categoría intermedia, en donde las aguas son turbulentas, con huecos y olas de no más de un metro. Este requiere que el guía tenga conocimiento del río.

Grado cuatro:
junto al grado anterior, son los más practicados en Guatemala. Puedes experimentar caídas, olas, aguas turbulentas, cataratas y mucha emoción. No obstante, este nivel exige técnica y maniobra para descender sin ninguna dificultad.

Grado cinco:
el agua es poco predecible, esto la hace poco navegable y más riesgosa. Requiere que los practiquen personas expertas y con conocimientos del río. Pocas personas lo practican en Guatemala.